domingo, 24 de febrero de 2013


B 1.1 La convivencia cotidiana en el aula y en la escuela

Por: Alma Rocio Flores Barrera y Sandy Nayeli Fragoso Flores



    Dentro de la escuela primaria sucede un sinfín de acontecimientos día a día que de una u otra manera involucran a uno de los protagonistas principales, el alumno. Pero también el profesor es participe de dichos sucesos debido a que junto con los alumnos son los que están en contacto con ellos durante la jornada escolar.


     Un punto importante a resaltar es la convivencia que se da en el aula y en la escuela, pues recordemos que anteriormente en el siglo XIX los niños estaban sometidos a lo que las normas y principios que se le imponían y Ballesteros y Usano (1964) nos dice que los niños no podían expresarse como tal y solo se les enseñaba lo que la escuela tradicionalista consideraba le servían como únicos reguladores para sus determinaciones (bondad, sinceridad, religiosidad etc.).


     Actualmente podemos decir que los niños pueden expresarse libremente, ya no pueden ser reprimidos por el maestro al contrario debe de existir una buena relación entre éstos, ya que de ello depende que se genere un clima adecuado para posibilitar el aprendizaje, de ahí la importancia de que la convivencia y el aprendizaje sean elementos clave para que el alumno se apropie de conocimientos.


     Por otro lado los niños están en constante socialización, tal  proceso es producto de una interacción constante, entre el niño y su entorno, lo que le permitirá la adquisición de valores, normas y costumbres, como nos menciona López, F. (1995) dicho proceso se formará a partir de tres premisas fundamentales: procesos mentales de socialización, procesos afectivos de socialización y los procesos conductuales de socialización, donde los padres imponen, estimulan y refuerzan conductas “aceptables” a la cultura, dichos procesos nos ayudaran a desarrollar y reforzar la erudición del aula y la escuela en la convivencia para que los alumnos aprendan a ser personas autónomas, decididas, demócratas y libres desde esta pararte de la convivencia.


     No debemos de olvidar que las actitudes de los alumnos se reflejan en las acciones que realizan, un niño puede ser agresivo si en su casa sufre de maltrato por lo que no tiene una buena relación con los demás. En el recreo es donde se puede ver la convivencia que hay entre los niños y sus iguales así como también el cómo los maestros conviven con sus alumnos, estableciendo estos vínculos de convivencia que permiten disfrutar esa parte sensibilizadora y afectiva del ser humano.


     Philip Jackson (1999) relata en su libro "Enseñanzas implícitas" cómo una de las docentes la Señora Martin, lograba hacer del aula un sitio atractivo, de placer y luminosidad. Lo llama: "clima de la clase" y trata de encontrar las razones y las prácticas que lo provocan. Señala Jackson que la maestra siempre toma en serio los incidentes pero no los trata en privado. Aún cuando reconforta al niño rara vez se dirige a él en un tono bajo. Discute lo ocurrido transmitiendo simpatía y preocupación en un intercambio que puede ser oído y presenciado por todos. La franqueza es la característica de esas conversaciones y la manera de tratarlo me parece tener un efecto calmante. Prácticamente, sostiene el autor, resulta imposible distingue la voz del consuelo de la voz de enseñanza. (Educared, el clima en el aula)

        Por lo tanto, como maestros debemos establecer vínculos de comunicación no solo en el aula sino con todos los que se involucran directa e indirectamente en la educación. Dentro del salón de clase los maestros debemos ser intermediarios entre las pláticas que tienen los alumnos no dejando a un lado como nos dice Francois (1998) el que se escuchen mutuamente los alumnos unos a otros sin faltas de respeto, siempre con la verdad.  

     Es importante mirar cómo nos dirigimos hacia los alumnos para que la convivencia sea amena por parte de los dos lados, pues no debemos olvidar que como docentes, padres de familia y adultos en general somos modelos que los alumnos observan y que sin duda alguna lo reflejan en cualquier ámbito, es así como debemos de ser curiosos investigadores que saben abrir espacios para los alumnos de tal manera que el aula y la escuela se convierta en un lugar de aprendizaje compartido, de convivencia que se enriquezca de valores para alcanzar diversos logros, enfatizando los vínculos de convivencia en el aula y en la escuela desde la parte cognitiva, de lenguaje, lo afectivo, el movimiento y la autonomía.


*Bibliografía y Cibergragía*


*Dubet Francois (1998) "El niño y el alumno", "El grupo y los amigos" y "Resistencia y competencia", En la escuela. Sociología de la experiencia escolar, Eduardo Gudiño Kieffer (trad). Buenos Aires, Losada pp. 102 - 126.
*López, Félix (1995). "Desarrollo social y de la personalidad" en Jesús Palacios et al. (comps.), Desarrollo psicológico y educación, I. Psicología Evolutiva, Madrid, Alianza (Psicología, 30), pp. 99 - 112 [primera edición en español, 1990].
*Philip, Jackson (1999), "Enseñanzas implícitas", Editorial Amorrortu. Colección: Agenda educativa. Directora: Edith Litwin. Buenos Aires.
*Puig Rovira, Josep Ma. "Educación moral y diálogo" y "Toma de conciencia y diálogo", en Josep Ma. Puig Rovira y Héctor Salinas (colaborador). Toma de conciencia de las habilidades para el diálogo, Materiales para la educación ética y moral (Educación secundaria). Madrid. Didáctica CL&E. 1993, 7 - 22.

9 comentarios:

  1. La organización de la escuela: tiene una finalidad esencialmente moral que cumplir, que es el perfeccionamiento del individuo para acercarlo a un ideal superior de humanidad, pues esta aspira a la formación de su personalidad; esa es su misión (fijar y cumplir fines). Determinar las direcciones prácticas de la educación moral que a de impartir mediante sus instructores

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  2. Para nosotros como futuros docentes esta muy clara la funcion de la escuela y la influencia de esta para la sociedad, es por eso que debemos ponerlo en práctica, es muy importante que inculquemos a nuestros alumnos los valores para que podamos hacer de ellos unos alumnos no solo destacados si no miembros de una sociedad con moralidad.

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  3. ¿Como se logra una buena relacion dentro del salon de clases?

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    1. Para lograr una buena relación dentro del salón de clases es a partir de diálogo sin perder de vista la parte cognitiva, de lenguaje, lo afectivo, el movimiento y la autonomía para crear en para los alumnos un ambiente facilitador de un aprendizaje significativo, sin dejar de lado la parte propiamente humana.

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  4. la comunicacion y el dialogo permite la interaccion del docente-alumno, si esta se logra de buena manera existira una buena relacion en el salon de clases.
    para esto nosotros como docentes en formacion para tener una buena relacion en el salon de clases se tiene que promover los trabajos en equipo, juegos, habitos, y evitar los apodos, asi mismo manteniendo una buena comunicacion con los alumnos.

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  5. Yo considero que una buena relación dentro del aula se logra haciendo que los niños se sientan parte del grupo, creando con ellos las reglas, normas y todo aquello en lo que él se pueda ver perjudicado o beneficiado.
    Así que la buena relación la logramos con la interacción entre maestro y alumnos. Como nos lo expresaron en su exposición de hoy, nada como el dialogo, pues si no hablamos no nos entendemos.

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  6. Empleando estrategias que permitan que los alumnos se relacionen e interactuen con el fin de promover una ambiente de aprendizaje propicio para el desarrollo de los alumnos en todos los sentidos. Evitando etiquetar a los alumnos y de esta forma la competencia negativa entre los mismos. Propiciando al mismo tiempo el reconocimiento de uno mismo y las demás personas, la confianza mutua, la comunicación, el compañerismo y las redes de apoyo para el trabajo.
    Creando una estrecha relación entre docente- alumnos

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  7. La relación docente-alumno se producirá de manera favorable en la medida en que entre ellos fluya una comunicación efectiva y recíproca. La comunicación permite la interacción entre el profesor y el alumno, si esta se logra de manera eficaz, se genera una acción en común, estableciendo comprensión en los mensajes que se intentan transmitir.

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  8. Es necesario establecer orden y favorecer un ambiente armónico en el que la comunicación fluya con respeto entre el maestro y el alumno. De este modo se sabe lo que el alumno espera del profesor y viceversa y seda un entendimiento mutuo que beneficia el diálogo para llegar a acuerdos en el proceso enseñanza aprendizaje.

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